En la tarde del pasado viernes, un manuscrito fue encontrado entre las pertenencias de una pequeña biblioteca privada durante un proceso de restauración. El texto, cuya autoría aún se desconoce, contenía versos que hablaban de tesoros y palabras escondidas entre objetos cotidianos y miradas detenidas.

"Estaba al fondo, entre un montón de antigüedades", aseguró la joven que encontró el documento. "Pensé que era un cuaderno más, pero tenía algo diferente, como si me esperara".

Aunque los investigadores no lo han confirmado, algunos pasajes mencionan repetidamente puertas cerradas, bisagras que crujen y espacios donde la luz entra solo por rendijas. Uno de los fragmentos más comentados reza: "Entre telas y secretos, allí descansa un gran tesoro".

El hallazgo ha despertado la curiosidad de quienes creen que este podría ser el inicio de una serie de pistas. Incluso algunos expertos sugieren que hay un propósito oculto, quizás el de llevar al lector más atento hacia una nueva revelación.

Al cierre de esta edición, una palabra escrita a mano en la esquina inferior del manuscrito continúa generando teorías: "dolab". Algunos teorizan que podría venir del lenguaje Kurdo, aunque nada está confirmado aún.